Te escribo esta carta para que no la leas,
podrías enterarte del secreto más profundo
que alguien esconde de ti en corazón ajeno;
te escribo para que no lo sepas, ya no sigas,
quémala, guárdala, haz con ella lo que quieras
como yo hago lo que quiero con este lápiz
que me delata y a la vez me mata de a poco,
palabra a palabra, herida tras herida al alma
que no sangra, solo emana este sentimiento
letra a letra, empapando con ellas esta carta
que se resume con la primera y última palabra,
esas ocho letras que se han vuelto mi alegría,
mis tristezas, mis deseos, alimento del corazón
que escribe esta noche para que no lo leas,
para que no lo entiendas, aunque así lo quiero.
"Carta para que no la leas"
"Luna y guitarra"
Esta noche, amarraré la luna a mi guitarra
y cantaré al amor hasta que duerma
dibujando con sus acordes un cielo sin nubes
ametrallado con estrellas que caigan
entre el arpegio donde danzan mis dedos
simulando caricias en tu rostro.
"Para cuando el amor llueve"
Un paraguas...
¿Habrá acaso un paraguas
para cuando el amor llueve?
Un paraguas que nos cubra
de todas las tormentas
que no caen desde el cielo,
esas que caen directo
al corazón de aquellos
que se han decidido a amar.
Un paraguas que impida
que el corazón se empape
de ilusiones o tristezas,
de esperanzas o torpezas
que solamente se hacen
si nos llegamos a mojar.
¿Habrá acaso un paraguas
para cuando el amor llueve?
Un paraguas...
"Sin nombre, sin rostro, sin cuerpo"
Entonces, cerré mis ojos y te encontré
sin nombre, sin rostro y sin cuerpo.
Eras solo amor en medio de lo oscuro,
eras solo amor en medio de la nada,
eras solo amor dentro de mí
esperando encarnarse en un ser
con nombre, con rostro y con cuerpo.
Eras solo amor en medio de lo oscuro,
eras solo amor en medio de la nada,
eras solo amor dentro de mí
esperando encarnarse en un ser
con nombre, con rostro y con cuerpo.
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