"Sólo yo"

Sólo yo, dejaré atrás todos los sentimientos que conozco
por sentir únicamente eso que sólo tu sonrisa puede despertar en mi,
eso que lleva tu nombre porque nadie más lo ha nombrado,
pues nadie más lo ha sentido, sólo yo.

Sólo yo, tomaré tus manos con mis manos a cada momento
por sentir todo ese amor que hace vibrar a nuestras almas al tocarse,
ese amor del que nadie más podrá ser su prisionero,
pues nadie más podrá habitarlo, sólo yo.

Sólo yo, escribiré toda nuestra historia de recuerdos
por sentir una vez más cómo las ilusiones se hacen vida día a día,
esas ilusiones que nadie más entregará al silencio,
pues nadie más será su testigo, sólo yo.

"Déjame apagarte"

Déjame apagarte en mi mente
como se apaga el fuego de una vela
cuando no se necesita más de ella.

Déjame apagarte en mi recuerdo
como cuando apago cualquier llama
hecha vida en un cerillo desgastado.

Déjame apagarte en mi mirada
como al apagar la luz de mi alcoba
y todo queda entre lo que no veo.

Déjame apagarte en mi deseo
como cuando se apagan las luces
de la calle en cada amanecer.

Déjame apagarte, sólo un momento,
mira que mi corazón aun es débil
y como siempre, te volverá a encender.

"Efímera como la eternidad"

La distancia se apodero de nuestras manos en cuestión de segundos
empapada por las lágrimas que brotaban de tus ojos, de tu corazón,
mientras yo, yo no lloraba, una profunda tristeza ardía en mi interior
a tal nivel que mis lagrimas se evaporaban al nacer y en su lugar
se dibujaba una sonrisa invertida en lo más tenue de mi rostro.

El mundo desapareció por un momento en el camino de nuestras miradas,
sólo éramos el cielo, el amor, la brisa que unía nuestros deseos,
un "quédate a mi lado" que yo gritaba en el silencio, la duda en la risa
que se te escapaba confundida por las palabras que ninguno pronunciaba
y en resumidas, sólo existíamos tú y yo por un momento, sólo tú y yo.

En mis ojos se escribía nuestra historia como en un papel arrugado,
una historia con su final trazado pero tan efímera como la eternidad,
un puñado de letras repetidas que bailaban como narrando un cuento
que se borraba a pocas líneas del comienzo, cronología representada en
minutos para el tiempo, años para el corazón y una vida para mi ser.

"Hablemos de arte"

Hablemos de arte, hablemos de ti,
de ese perfecto lienzo que es tu rostro
en el que Dios ya ha dibujado
tus ojos, dueños de una dulce mirada
que apasiona al posarse en otra,
y ese molde que ha dejado en tus labios
para que otro artista te dibuje
una sonrisa eterna que ha de enamorarlo.

Hablemos de arte, hablemos de ti,
de esa poesía que nace en quien te mira
despertando corazones de poetas,
de la música que se escapa con tu voz
cada vez que hablas y cuando ríes,
armonizando con dulzura cada falsete
que hace que calle hasta el silencio
para que el mundo se deleite en tu amor.

Hablemos de arte, hablemos de ti.
de esa inspiración que comparte tu vida
por la simple y vera razón de vivir,
por cada vez que te han nombrado musa
cuando solo has pasado al lado
pero grabando versos en los corazones
de quienes solo te ven, te sienten,
y platónicamente vuelven para ser tuyos.

"Sabes que existo"

Sabes que existo
porque te miro cuando me miras
y me miras cuando te miro;
porque me encuentras en tu camino
mientras camino cuando me encuentras;
porque tu rostro moldea al mio
y mi rostro es tu marioneta;
porque me miras cuando te miro
y sonrío cuando me miras.

Sabes que existo
porque te miro cuando me miras
y me miras cuando te miro;
porque tu voz a mi oído besa
cuando mi beso a tu aroma calla;
porque al sentirte tiembla mi sombra
y tiembla mi alma sin que te sienta;
porque me miras cuando te miro
y suspiro cuando me miras.

"Invisible"

Invisible como un sueño dentro de un mundo de razón,
esencia sin presencia entre el espacio frente a ti,
poema sin palabras en el blanco de un viejo libro,
como una flor que habita el fondo de un pozo sin agua.

Invisible como el silencio que se esconde tras de mí,
artista sin musa dibujando el reflejo de su alma,
aroma sin sabor que nace y se dispersa al suicidarse,
como el azul de mi cielo que no existe desde tu sol.

Invisible como la estrella donde refugio mis deseos,
imagen sin retrato que se confunde entre las sombras,
sonrisa sin mirada contemplando la belleza del amor,
como música en la arena que se robó la voz del mar.

Invisible soy ante tus ojos pero me ve tu corazón,
yo de lo invisible vengo y hacia lo invisible voy,
pues nadie ve al amor, al deseo ni a la esperanza,
soy invisible desde ayer y hasta hoy por el mañana.

"Ese día"

Ese día todo era como de costumbre, el sol, la brisa,
el cielo, las nubes, el tiempo, mi sombra, mi vida.
Ese día, todo era como de costumbre, todo menos ella.
Apareció como una nueva flor que nace en un jardín
que se le escapó a la primavera, como una nueva estrella
que encontró su brillo en la oscuridad del espacio, como
el mejor sonido que nace en el corazón apagado un músico.

Ese día no existía mas que sus ojos, nuestras manos y 
un amor que se paseaba sonriendo entre los dos, 
despacio, disfrutando de ese momento que sobrepaso las
expectativas de nuestros sueños, momento que segundo
a segundo iba llenando de ilusión el baúl de nuestro
futuro, motor de nuestro presente, recuerdo de nuestros 
pasados que se unieron para ser un solo destino, el amor.
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"¿Dónde está?"

¿Dónde está? Preguntaron ayer mis besos
seguidos por un suspiro nacido en el alma.
Con la mirada en la nada busque respuestas,
recordaba historias ajenas y sueños pasados
y no encontraba razón lógica de tu ausencia.

¿Dónde está? Repetían junto a mis ojos,
que seguían perdidos en aquella vereda

donde por última vez te contemplaron sola
caminando hacia el lejano olvido sin espera.
Me dispuse a mentir al no encontrar respuesta.

Está allá, donde viven juntos poetas y musas,

donde brillan estrellas de noche y de día,
donde se refugian los corazones sin esperanzas
y bailan los deseos sin encontrar destinos.

Está allá, donde morir es nacer y nacer es morir,
donde un beso es lo más simple que el amor ofrece,
donde todo parece perfecto y en efecto lo es,
perfecto como los sueños en los que te encontré.

Está allá, donde las palabras nacen de los hechos,
donde las canciones viven entre sombras y siluetas,
donde el invierno es primavera y no existe soledad
que interrumpa los anhelos de las almas sin maldad.

Está allá, donde sonreír es el amor hecho gesto,
donde suspirar solo puede significar que hay vida,
donde el despertar no existe y si existe, es mentira,
porque el amor es la lucha en la que ambos ganarán.

Estás allá, sonriendo y enamorando a mi alma,
buscando el único puente que te traerá de regreso,
olvidando cada día para guardar nuestros recuerdos
desde el momento en que tus manos sientan mi vida.

Serios e inconformes, mis ojos y mis besos callaron,
comprendieron que mentía y mataron sus preguntas,
murmuraban entre ellos como si querían decirme algo
pero después de unos minutos, solamente susurraron...
"CAMINA, YA NO SIGAS ESPERANDO"

"He descubierto"

Te veo, tantas veces yo te veo
y aun no entiendo tan hermoso arte de mirarte;
nunca encuentro tu principio, y tu final
es ese detalle que no busco para no encontrar.

A veces, comienzo por tus ojos
y me escondo en ellos cuando los cierras,
luego recorro lentamente tu cabello
procurando no caer donde acaricia tu espalda.

A veces, solo sueño que te veo
y mi mundo se enloquece entre tus manos,
me pierdo en tu rostro sin mirarlo
y me encuentro lejos de mi ser, confundido.

A veces, te vuelvo a conocer
como aquel primer día en que te vi en mí,
descubro cada verso que compone tu alma
y cada historia que contienes en tu piel.

He descubierto en tu sonrisa un beso,
dichosos los ojos donde se posa cuando sonríes,
y esa canción que escucho cada vez que hablas
Es gloria para el músico que ha de acompañarla.

He descubierto que cuando duermes,
prefiero seguir despierto para contemplarte,
porque prefiero verte por un momento más
que seguir soñándote en otros mil sueños.

He descubierto tantas cosas en ti
que mis palabras son muy pocas para describirlas,
pero lo mejor que he descubierto al verte
es que verte será lo mejor que haré en mi vida.

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"Puedo"

Puedo dormir, puedo soñar, puedo despertar y seguir soñándote,
buscándote detrás de cada sombra, detrás de cada reflejo
del sol que se apodera de la pared de mi cuarto al amanecer,
puedo reír sin razón al no encontrarte, puedo parar un momento
o puedo simplemente seguir buscándote con la esperanza vacía,
pero que al final de todo sigue siendo esperanza y esta viva.

Puedo tal vez esperar a que el destino se canse de esperar
el momento exacto para nuestro encuentro, puedo esperar,
pero puedo también caminar hacia ese horizonte caprichoso
que mientras más me acerco, más se aleja sin mediar palabra,
sin hacer ni un gesto, frío, burlándose de mi insistencia,
escondiendo mi tesoro sin proponerme al menos una tregua.

Puedo mirar al cielo cada noche y buscarte en cada estrella,
puedo alcanzar la luna si quiero, sabiendo que no estas en ella,
puedo gritar uno de tus tantos nombres y desafiar mi suerte
o puedo gritarlos todos desafiando a las nubes que solo callan,
yo sé que ellas ya te han visto, sé que saben dónde te escondes,
pero sé también que seguirán en silencio hasta nuestro día.

Puedo, puedo soltar mi alma y sé que en un minuto te encontraría,
puedo comenzar de nuevo en aquel sueño donde te vi primero,
tan distante y a la vez, tan cerca de mi pecho, de mi corazón,
ahí donde sólo tú puedes entrar porque esta hecho a tu medida,
donde sólo tus besos pueden tornarse fuego y quemar mi ser,
donde sólo yo te puedo sentir y solo yo te puedo encontrar.

Puedo, puedo hacerlo todo y a la vez puedo no hacer nada,
porque sé que estás ahí, sentada mirando nuestra luna de día,
esa misma luna a la que puedo ir sólo para que me veas,
aunque yo no pueda verte a ti pero podré sentirte una vez más,
sólo eso bastará para seguir este camino sin ningún retorno,
este camino que se resumirá en todo lo que pude hacer por ti.
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